Las gradas de los estadios de fútbol están pobladas por personas de todo tipo. De hecho, los espectadores de los partidos pertenecen a estratos muy variopintos de la sociedad. Y es que el fútbol es uno de los deportes más populares en todo el planeta, y lo disfrutan tanto el empresario millonario que gasta Rolex hasta el tipo que apenas tiene para llegar a fin de mes. Todos van al estadio a animar a sus equipos, todos se hermanan en esa misma pasión, bajo un mismo cántico, que se hace incluso más fuerte cuando juega el combinado nacional. Ahí es donde el origen o la clase de los aficionados importa menos, porque todos apoyan a la selección, como si se tratara de una religión. La Copa América es uno de los eventos futbolísticos más importantes en este sentido, ya que se desarrolla en Sudamérica, continente en el que la pasión por el fútbol es inmensa.
El evento deportivo tiene lugar normalmente cada cuatro años, en el continente americano, expandiéndose ahora también a Norteamérica. En este torneo participan todas las selecciones de la CONMEBOL, así como algunas invitadas, que pueden llegar desde cualquier rincón del mundo. La Copa América ha servido para alzar a grandes ídolos como Batistuta, Alexis Sánchez o Ronaldo Nazario, viviendo momentos épicos en las ediciones pasadas. Pero el espectáculo no solo estaba en el césped, sino también en la grada, con el colorido de las aficiones. En la edición de 2015, una chica llamó especialmente la atención en los estadios chilenos donde se disputó el torneo. Era una hermosa rubia de curvas despampanantes, toda una Barbie de carne y hueso que no paraba de animar a su selección, Chile, que acabaría ganando el torneo. Se la conoció como “la novia de la Copa América”, y pronto se descubrió que aquella chica era una modelo erótica de gran fama en su país, llamada Daniella Chávez. Aparecer en las noticias de todo el mundo sirvió a esta joven modelo para hacerse aun más famosa a nivel internacional, labrándose una carrera que todavía la mantiene, hoy por hoy, en boca de todos.